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jueves, 19 de abril de 2012

You wherever

The purpose of this post is just to give you a "special little space" 
- which you truly deserve - 
in the place where my feelings live and sleep.  




My dear, 


You've just called me to let me know we can't meet today. 


I've spent the whole day thinking of you and I guess that the fact of being alone in your house doesn't help me at all: wherever I look... a picture of you hanging, wherever I am... your perfume wafts, and wherever I go... your presence lives. You're wherever. 


Apart form saying how much I love you, this afternoon I also had the intention of saying "thanks" for such a wonderful week. Time ran so quick... Some days, I walked holding your hand for 12 hours across a city that we both love. Doubtless, one week holding your hand isn't enough. 


Now I know you better than what I did one week ago when we took the train from Eastbourne to our lovely London and just because of the way you're with me. Now I want to tell you that I love you more than what I did one week ago which is less that I'll do tomorrow. I love you more than  what words can say. London helped me to tell you that I love you and you can't imagine how happy I'm at the moment. 


I'm already dreaming about seeing you again to hug your kisses and to be able to kiss such a beautiful smile that lights my whole world. 


I love you. 

martes, 17 de abril de 2012

El Descubridor de Galaxias y la Artista




Eran las 12.30 de la mañana del viernes pasado. Cuando salía de casa, el sol relucía en la mañana de Eastbourne. Aquí como la gente es diferente, a eso lo llamarían la tarde pero en este rincón voy a permitirme llamarlo a mi manera. Como decía, un sol radiante relucía para que Eastbourne diera una maravillosa bienvenida a Bruno y Angeles. 

Ahora voy a dirigirme a tí “grandote”.

El saludo de Eastbourne parecía efimero. Al poco nos dirigiamos a la playa para tomar las primeras fotos. Como ya te había contado, vivir a 5 minutos de la playa no es en Inglaterrra como lo es en España, como puede serlo en nuestra Granada – ya sabes que aunque es más tuya que mía, yo también la considero un poco de mi propiedad. Como te decía, yo pensaba que podría abrir la ventana en la mañana temprana y que olor el olor a sal inundaría mi cuarto. Sin embargo, como los dos habeís podido comprobar, eso no es así. La única muestra que, desde mi cuarto, denota la cercanía del mar es el canto de las gaviotas: esos gallos madrugadores del mar.



Y es que el mar no huele en Inglaterra como huele en España pero, tras este maravilloso fín de semana, tengo la sensación de que he podido oler un poco el mar. Tengo la sensación de que el agua del mar nos ha presentado nuevos colores que solo pocas veces antes había visto desde la altura de esos bellos acantilados. Incluso pienso que el tiempo nos dío una tregua el primer día para visitarlos. Tras un sol radiante que os daba la bienvenida a vuestra llegada, y que luego se convetiría en nube y luego una lluvía que nos empababa, y luego el sol asomando para deciros porque Eastbourne es “the sunshine coast of England”.

A tí, querido amigo, poco tengo que descubrirte a estas alturas. Las cosas que hemos compartido durante un año en Holanda y nuestras experiencias en nuestros viajes por Europa crearon una amistad. Nuestro breve tiempo en Granada, a veces añorado en Holanda, y desde luego las experiencias comunes en Inglaterra han echo sin duda que esa amistad se mantenga. Quiero darte las gracias porque sé que puedo contar contigo para cualquier cosa y sé que tanto tú, como nuestro gran amigo Teo, siempre estais para mí.


Sabes que me siento muy orgulloso de tí, siempre voy propagando por ahí que te dedicas al estudio de las galaxias. Es que eso, querido amigo, es para estar orgulloso. Yo sé que a tí no te gusta ese tipo de cosas, a mí tampoco me gustaría si estuviera en tu lugar, sin embargo no lo estoy y desde el prisma de la amistad pues, tío, es algo de lo que me apetece presumir.

Pero esta vez, mi querido amigo, he podido descubrir un poco más a esa artista que se llama Angeles. No cualquiera hubiera soportado tan bién un fín de semana entre los dos. Como a mi me gusta llamarlas, nuestras bromas son “un poco diferentes” y aunque, ella entraba en el juego de vez en cuando, la pobre ha sabido aguantar y devolverlas con una sonrisa tan dulce que el mismo cielo pensó que le robaba.

Yo pienso que tu artista hizo un pequeño trato con el cielo el viernes por la tarde.

Mientras nosotros, absurdamente bromeabámos – justificación: nuestras semanas ya son bastantes duras de trabajo como para no permitirnos tales lujos en el fín de semana – ella se quedó atras y allí hizo un pacto con el cielo. Él le pregunto si tendría esa dulce sonrisa durante toda su estancia en Eastbourne. Angeles, con una mirada astuta le dijo “sí”. Entonces el cielo le dijo que, si mantenía esa sonrisa hasta su marcha, él la dejaría que lo pintara del color que más le gustara. Ella aceptó.


Angeles,
hizo un trato con el cielo
para pintarlo de azul
el viernes por la tarde
y el cielo aceptó.

Angeles,
pintó el cielo de azul
el viernes por la tarde
y el cielo así se quedó.

Luego el agua nos invitó
a probar su frio abrazo,
para que luego fuera
el calor de unas piedras
las que nos abrazaran.

Angeles,
hizo un trato astuto con el cielo
y el cielo aceptó.

El cielo pensaba
que Angeles no lo engañaría
pero Angeles lo embaucó.

El cielo no sabía
que Angeles tenía su dulce sonrisa eterna
porque por fín estaba con Bruno.

El cielo no sabía
que Angeles era una aventurera:
que había cruzado el Nilo,
y visto a los cocodrilos.
Que había pintado a los antiguos egipcios
y que había luchado con el fruto de la sangre.

El cielo no sabía
que Angeles consigue lo que quiere
y el cielo creyó que la engañaba.

Pobre iluso era aquel cielo
que cambió su color por un negocio
en el que no ganó.

El cielo no sabia
que Angeles tenía su dulce sonrisa
porque, tras tanto tiempo,
estaba con su amor.

El cielo no sabía
que a Angeles, le era indiferente
cualquier color que tomase
porque ella siempre sonreiría.

Porque yo sé
que Angeles consigue lo que quiere,
quiero decirle que todo es paciencia
y que pronto volverá el cielo
a pedirte que le des color otra vez.

Yo me conformo con haber estado un fín de semana con un Descubridor de Galaxias y una Artista que supo pintar el cielo. Al fín y al cabo, un Descubridor de Galaxias y una Artista tiene más cosas en común que lo que muchos piensan.

Gracias por un maravilloso fín de semana. Espero que nos veamos pronto, la siguiente visita es cosa mía y espero que en esa ocasión pueda ensañaros lo único que me faltó y que es la culpa de que mi corazón esté tan feliz.



jueves, 12 de abril de 2012

Semana Santa & Londres

Nunca me he preguntado lo que significaba la Semana Santa en España, mucho menos siendo originario de Sevilla. Sobran las palabras para hablar de lo que eso significa en Andalucía, y sobran más aún cuando hablamos de Sevilla. Sin embargo, una Semana Santa en Inglaterra puede presentar, como no me canso de decir, otras perspectivas: una metamorfosis ambulante.




Aquí, el mundo laboral es lo primero y la Semana Santa no empieza el Domingo de Ramos, sino que depende de las circunstancias. Así, para mí, el primer día de la Semana Santa fué un Martes Santo. Mientras la Estrella se paseaba por Sevilla, yo andaba ultimando los últimos detalles en el trabajo con una maleta que, pacientemente, posaba a mi lado esperando a que dejara las últimas tareas finiquitadas.

Así, el Martes Santo cojía ese tren que tantas veces he tomado con destino a Londres.

El Martes noche descubría el mundo del Churrasco y las amistades de una forma diferente de ver la Semana Santa. 



Todos los amigos de Priscila han aceptado a un buen chico que pueda tener formas diferentes de ver la Semana Santa. Bueno, si se coje un programa en la Semana Santa de Sevilla ellos verán miles de cosas nuevas. Ellos sentirán el sentimiento extraño que yo sentí cuando visité su templo. Pero lo más importante para ellos es el amor y el respeto, y por ello Londres esta vez no ha sido tan fría como solía serlo. Sin duda, la carne de churrasco brasileña tuvo gran parte de culpa.

El Miercoles Santo pude disfrutar de Renato. El nombre ya era familiar por los motivos que se saben, pero la Semana Santa va y me dice que lo pronuncie de otra manera. Bueno, al fín y al cabo, solo cambian las formas.

Renato es un hombre muy culto y la pausa de su conversación me enseñó muchas cosas: nuevos poetas, nuevos artistas, y extrañas historietas que tras esta Semana Santa dejarán de ser nuevas en mi memoría. Cuando las cuente recordaré quién me las contó. Rocordaré que pasee por Londres, compartiendo horas de conversación con un hombre muy sabio que no hablaba inglés ni español mientras que yo de portugues, pues la verdad es que poco... por ahora.

Supongo que con el tiempo se desarrolla un sentido que permite ir más alla de las palabras y superar los obstáculos del lenguaje. Por su parte, él se enamoró de Manuel de Falla, Paco de Lucía, el baile de los caballos andaluces de Jerez, la Alhambra y Federico García Lorca. Al día siguiente me despertaba con un fragmento de un poema de Lorca escrito en portugués en relación a como la tristeza influye en los poetas, tema de nuestra conversación en el día anterior.

Esta Semana Santa me reitera una vez más que la sensibilidad no entiende de idiomas, a veces los ojos bastan para enseñarnos la honestidad de las personas.



El Jueves Santo llegaba Mari Carmen, la recogiamos en Baker Street y directos a Picadilly Circus a disfrutar de las cervezas y la música en directo de O'neill's China Town. Allí, un individuo conocido como Dantom se unía a nosotros.



Tengo que decir que, aproximadamente en cosa de un año, esta es la tercera vez que puedo disfrutar de las cada vez menos esporádicas visitas de mi gran amiga Mari Carmen.

Ya le enseñé Camden Town.

Ya le enseñé Eastbourne.




Ya le enseñé los acantilados.



Ahora tocaba algo más...

E.l Viernes Santo el Cachorro no salía por Londres, veíamos la representación de la Pasión de Cristo en Trafalgar Square, donde nos reuniamos de nuevo con Dantom y mis amigos de Eastbourne.




Posteriomente, paseo por London Eye y las casas del Parlamento.




Luego, un barco para cruzar el Puente de la Torre de Londres. Comer algo un poco picante y visita a Greenwich. La gente quería tomar una foto en eso que llaman meridiano.




Luego, y a pesar del cansancio, Churrasco en casa de Damton. Allí Mari Carmen comío su primer corazón de gallina.

El Sábado Santo fué Portobello, fué el día de los espejos, fué el Dinosaurio, los perfumes que no olían, el chico solo en Oxford St., el chico de Oxford St. y su novia en Top Shop, y desde luego la pizza gustosa.



El Domingo de Resurección, acompañaba a Mari Carmen para que cogiera su autobus de vuelta. Cada vez que viene, me acerca no solo los sentimientos de Andalucía sino los valores mas altos de la amistad.

Esta vez, ella piensa que ya no le queda nada por ver en Londres, cree que lo ha visto todo. Sin embargo, no es así porque ya me inventaré yo algo para tenerla aquí de nuevo. Que alguién con tanto miedo a volar venga tres veces a verme dice mucho de esa persona. Ella sabe lo que pienso de ella a pesar de que se uniera durante dos días con Priscila y “no dejaran de fastidiarme”. Yo siempre trataba de aceptarlo como un caballero y, solo a veces, entraba en su juego. Un juego que me gustaba, un juego que me convertía en el centro de atención de las que eran, en aquellos momentos, las mujeres más importantes de mi vida – Mamá, ya sabes que yo siempre me acuerdo de tí. Sin embargo, luchar no solo contra una sino contra dos mujeres, es un reto para cualquier hombre sobre la faz de la tierra y una batalla en la que ganar es algo que cae por su propio peso.

Ya sabes, Mari Carmen, lo triste que me dejaste el día que te marchaste. Cada vez que te tengo cerca me siento en casa, me siento en la compañía de mis mejores amistades. Y eso, viviendo en el extranjero y siendo un inmigrante, vale su peso en oro.


Pues así fué una Semana Santa en Inglaterra, así fué una Semana Santa muy especial en Inglaterra. 


Las gaviotas hace tiempo que no vienen a mi ventana y las gotas de lluvia pasan pero nunca se paran. Sin duda, estoy vivendo mis momentos más felices en Inglaterra y de eso, las nuevas amistades y desde luego Priscila, tienen mucha culpa de ello. Lo otro ya llegará, seguro!




Lo que llegue nuevo será cuestión de tiempo
y el tiempo por aquí parece que está más bueno,
al menos mi ventana me cuenta, cada mañana,
que las gotas de lluvia me visitan mucho menos.

Muchas gracias a las dos por este tiempo tan especial.